Biodesign en salud: Innovación que transforma vidas

Más de 18 millones de personas en todo el mundo han visto mejorar su calidad de vida gracias a las más de 60 innovaciones tecnológicas y empresas que ...
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Más de 18 millones de personas en todo el mundo han visto mejorar su calidad de vida gracias a las más de 60 innovaciones tecnológicas y empresas que han surgido del innovador programa del Stanford Mussallem Center for Biodesign. Este programa se centra en un método estructurado de tres fases: Identificar, Inventar e Implementar, comenzando con una observación directa de las necesidades insatisfechas en el sector salud, seguido por la creación de soluciones tecnológicas y culminando con la introducción de estas al mercado. Estas etapas han sido cruciales para el desarrollo de tecnologías que abordan problemas de salud complejos y, hasta la fecha, han demostrado su eficacia a nivel global.

El Dr. Ignacio Pérez se ha convertido en un referente en la innovación en salud tras ser el primer chileno seleccionado para el Biodesign Innovation Fellowship 2023-2024, un programa selecto que admitirá solo a 12 profesionales del mundo cada año. Con una sólida formación en medicina interna y en salud digital, el Dr. Pérez se unió a un grupo interdisciplinario de ingenieros, diseñadores y emprendedores que trabajan bajo la guía de la metodología de Stanford. Su participación marca un hito para Chile y representa una oportunidad para que este país comience a cultivar su propia cultura de innovación en salud.

El Biodesign no solo se trata de generar ideas, sino que implica un proceso riguroso para identificar necesidades reales en el ámbito de la salud, seguido de la validación de modelos de negocio y regulaciones. Un claro ejemplo de este enfoque es la empresa Shockwave, un dispositivo intravascular que fue desarrollado utilizando tecnología originalmente destinada al tratamiento de cálculos renales pero que ahora se aplica exitosamente al tratamiento de arterias calcificadas. Con más de 400,000 pacientes beneficiados y su reciente adquisición por Johnson & Johnson por más de 13,000 millones de dólares, esta innovación ilustra el impacto significativo que puede tener el Biodesign en el mercado.

El Dr. Pérez ha expresado su interés en adaptar y aplicar esta metodología en Chile y el resto de Latinoamérica, lugares donde las soluciones que han funcionado en otras regiones pueden no ser igualmente efectivas. «La metodología reduce el riesgo de fallar en un emprendimiento en salud, porque incentiva a validar cada paso antes de realizar inversiones significativas», menciona el médico. Esta perspectiva es especialmente relevante en contextos donde se requiere una comprensión profunda de las necesidades locales en el ámbito de la salud.

Actualmente, el Dr. Pérez trabaja en un dispositivo mínimamente invasivo destinado a tratar el linfedema asociado al cáncer de mama, así como en soluciones para cardiopatías congénitas, todo dentro del programa Impact1 de Stanford Biodesign. Estos proyectos no solo destacan la aplicabilidad del enfoque Biodesign en situaciones específicas de salud en Latinoamérica, sino que también ilustran el potencial para abordar desafíos de salud a través de la innovación tecnológica, alineándose con el compromiso del Dr. Pérez de llevar adelante esta visión y contribuir a mejorar el bienestar en su región.

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