En un movimiento que ha sorprendido al mundo del fútbol chileno, Aníbal Silva Streeter ha sido nombrado como el nuevo director de Cruzados S.A.D.P., ocupando el lugar de Felipe Correa en un periodo particularmente importante para la Universidad Católica. Este anuncio llega justo cuando el club se prepara para la inauguración tan esperada del Claro Arena, un nuevo estadio que simboliza tanto el progreso como el desafío que enfrenta la institución para consolidarse en la élite del fútbol nacional.
El regreso de Silva Streeter a un cargo directivo en el fútbol chileno es notable, especialmente considerando su historia con Colo Colo. Su ingreso al directorio de ese club en 1996 y su posterior ascenso a vicepresidente ejecutivo, lo colocaron en el centro de una gestión que, aunque ambiciosa en términos de contrataciones, culminó en un colapso financiero que llevó a la quiebra del club en 2002. Esta etapa de su carrera está marcada por controversias que lo preceden como un gestor cuya política de fichajes fue cuestionada en más de una ocasión.
A nivel internacional, la figura de Aníbal Silva también ha estado rodeada de polémicas. En 2021, su nombre fue vinculado a la selección paraguaya, generando dudas sobre su verdadero papel y la influencia que pudo haber tenido en decisiones técnicas del equipo. Esta situación no solo planteó interrogantes entre los aficionados, sino que también atrajo la atención de los medios locales, quienes cuestionaron su capacidad y efectividad en dicho contexto. Las sombras de este pasado internacional parecen seguirlo, lo que sin duda afectará su nueva gestión en la UC.
La llegada de Silva Streeter a la Universidad Católica se produce en un momento de transición clave para el club. Con la inauguración del Claro Arena, la institución se enfrenta a la necesidad de recuperar estabilidad tras una serie de años irregulares tanto en lo deportivo como en lo administrativo. Los hinchas esperan que este nombramiento no solo aporte experiencia, sino que también sea el principio de una nueva estrategia que impulse a Cruzados hacia un futuro más sólido, en la búsqueda de logros que coloquen nuevamente al equipo como uno de los más destacados en el país.
El impacto que tendrá la dirección de Aníbal Silva en el fútbol chileno es aún incierto. Mientras algunos aficionados y expertos ven su experiencia como una ventaja potencial, otros se preguntan si este será un paso hacia la estabilidad o, por el contrario, un nuevo episodio de controversias y desafíos. Así, la historia de Silva Streeter se convierte en un reflejo de cómo el pasado puede influir en el presente y futuro de las instituciones deportivas. Los comentarios y opiniones del público se hacen necesarios para analizar si su experiencia será transformadora para la Universidad Católica en los años venideros.








