Colorantes Naturales: Innovación de Tint Biotech en Chile

Tint Biotech es una prometedora startup chilena que se dedica a la biotecnología, con un enfoque particular en el desarrollo de colorantes naturales ...
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Tint Biotech es una prometedora startup chilena que se dedica a la biotecnología, con un enfoque particular en el desarrollo de colorantes naturales extraídos de microalgas. Fundada por Benjamín Medina, Ricardo Molina y Gabriel Castro, la empresa se esfuerza por ofrecer una alternativa saludable y sostenible a los colorantes artificiales. Según Benjamín Medina, el innovador avance de Tint Biotech radica en su capacidad para mantener el color intacto en los productos alimenticios durante un año, a diferencia de los colorantes naturales actualmente disponibles, que se degrada rápidamente. Este desarrollo plantea una solución efectiva para garantizar que los alimentos y bebidas conserven su tonalidad original durante prolongados períodos, incluso en ambientes exigentes como la refrigeración o la exposición a la luz.

La génesis de Tint Biotech se remonta a la Universidad de Chile, donde Molina y Medina se conocieron en su primer día de clases. La chispa de la innovación surgió años más tarde, durante un concurso de biorefinería en Dinamarca. Fue allí donde Benjamín se dio cuenta del gran potencial que las microalgas podrían ofrecer en la producción de pigmentos naturales. Tras profundizar en la investigación, Benjamín compartió su descubrimiento con Ricardo, acompañado de un mensaje convencido: «Mira esto, creo que hay algo grande acá». Este intercambio fue el primer paso hacia la creación de un emprendimiento que hoy busca revolucionar la industria alimentaria.

Uno de los retos más significativos que enfrentó el equipo fue decidir en qué área focalizar su propuesta, dado el amplio rango de aplicaciones que ofrecen las microalgas, que incluyen desde la producción de proteínas hasta insumos para el sector cosmético y farmacéutico. «Nos costó mucho enfocarnos, pero entendimos que no podíamos abarcar todo desde el principio», comentó Ricardo Molina. Tras deliberaciones e investigaciones, el grupo optó por desarrollar colorantes alimentarios, comenzando con el color azul, un pigmento muy demandado en la elaboración de helados, bebidas y confites. Con la incursión de Gabriel Castro como tercer socio, comenzaron a trazar la tecnología que sustentaría Tint Biotech.

En la actualidad, gracias a la participación en un programa de aceleración de Antler —un fondo de inversión global destinado a impulsar emprendedores de alto potencial—, el equipo está en Alemania perfeccionando su propuesta y buscando colisiones estratégicas para escalar su producto. Este impulso internacional no podría llegar en un mejor momento, considerando el auge de la preocupación pública acerca de los efectos nocivos de los aditivos artificiales. Los fundadores de Tint Biotech subrayaron que más del 60% de los productos alimenticios en el mercado contienen alguno de estos colorantes, y que varias naciones, incluido Estados Unidos, han comenzado a restringir el uso de pigmentos sintéticos por la salud pública.

Parte integral de la estrategia de expansión de Tint Biotech ha sido el uso de redes sociales, concretamente LinkedIn, donde Medina se ha convertido en un activo comunicador, contactando a chefs, distribuidores y otros actores clave. «LinkedIn ha sido mi mejor amigo», expresó Medina, quien ha encontrado en esta plataforma una vía efectiva para compartir su tecnología. En apenas tres meses, la startup ha evolucionado desde ser una idea universitaria hasta presentar sus productos en el mercado europeo, y ya planea extender su gama de colores a rojo y blanco, consolidándose en Europa y proyectándose hacia el ingreso en América Latina. «Nos gustaría ver nuestros colorantes en productos de marcas como Nestlé o Gatorade», concluyeron con ambición los fundadores.

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