El abogado Marcelo Castillo no dudó en manifestar su indignación frente a la cobertura mediática del caso de su defendido, Jorge Ugalde, quien se encuentra acusado de un triple homicidio en La Reina. En una reciente entrevista en el programa Contigo en la mañana, Castillo declaró: «A mi defendido lo están tratando casi como un asesino en serie. Esto no es farándula, esto es un juicio». Su comentario se enmarca en un contexto donde la atención mediática y las especulaciones públicas parecen haber influido en la percepción del caso, generando un sensacionalismo que, según el abogado, afecta el debido proceso y la imagen de su cliente, quien actualmente se encuentra en prisión preventiva.
Durante su intervención, Castillo se refirió a una teoría que ha puesto en circulación, relacionada con un perro que supuestamente habría esparcido restos biológicos en la escena del crimen. Esta explicación fue cuestionada por la periodista Andrea Arístegui, quien solicitó evidencias que sustentaran dicha afirmación. A lo que Castillo respondió que se trataba de una hipótesis que su defensa está investigando. La insistencia del abogado en este punto indica la necesidad de explorar todas las posibilidades para poder esclarecer lo ocurrido y demostrar la inocencia de su representado.
En un giro inesperado durante la conversación, Castillo reveló que algunos vecinos de la familia Cruz-Coke afirmaron haber escuchado gritos el día de los asesinatos. A su criterio, esta información podría ser clave para establecer la existencia de terceros involucrados en el crimen. «La hipótesis más seria que tenemos es que había un hombre y una mujer que usaron la palabra ‘Eduardo'», enfatizó. Sin embargo, esta afirmación fue también objeto de debate, ya que Arístegui cuestionó la validez de esta declaración en comparación con las pruebas físicas encontradas en la escena del crimen.
El intercambio se tornó tenso cuando Castillo evidenció su frustración ante las interrupciones de los conductores. Afirmó que no iba a permitir juicios prematuros sobre su cliente, quienes, según él, estaban repitiendo las imputaciones realizadas por la Fiscalía en lugar de considerar la defensa que él estaba presentando. Este tipo de discusiones pone de relieve el delicado equilibrio entre la libertad de prensa y el derecho a un juicio justo en el contexto de un caso tan mediático y sensible como el que enfrenta Ugalde.
Finalmente, la entrevista concluyó abruptamente luego de que Castillo declarara que «los límites” habían sido sobrepasados, y decidió abandonar el plató. Esta situación subraya el desafío que enfrentan los abogados defensores en casos de alto perfil, donde la presión pública y mediática puede interferir en el proceso judicial, planteando serias cuestiones sobre la imparcialidad y la integridad del mismo. A medida que el caso avanza, quede claro que la búsqueda de justicia debe ir acompañada de un respeto absoluto por los derechos de todos los involucrados.








